domingo, 7 de julio de 2013

Daños a la Salud por el Monóxido de Carbon


El monóxido de carbono (C0) es un gas incoloro, inodoro y muy tóxico, que se produce por la combustión incompleta de sustancias que contienen carbono, como la gasolina, el diesel, el carbón y la leña. Una de las principales fuentes de contaminación del aire por este gas la constituyen los vehículos con motores de gasolina, así como diversas industrias que utilizan como combustible el carbón.
El CO se produce por la combustión incompleta en condiciones de deficiencia de oxígeno. Si el oxígeno es suficiente, la combustión produce dióxido de carbono (C02). Este gas se combina rápidamente con la hemoglobina de la sangre, contenida en los glóbulos rojos o eritrocitos, y reduce, a veces a niveles fatales, la capacidad de transporte de oxígeno de los pulmones a las células del organismo. La función normal de la hemoglobina es transportar el oxígeno de los pulmones a las células y recoger el C02 para evacuarlo por los pulmones.
Exposiciones, aún en muy bajas concentraciones, originan efectos adversos a la salud por el bloqueo permanente de la hemoglobina por el CO, pues ésta no puede liberar el gas mencionado. Si se expone a una persona a una concentración de 100 ppm (= partes por millón) se produce dolor de cabeza, reducción del discernimiento mental y, después de dos horas de exposición, la capacidad de la sangre para acarrear oxígeno disminuye en un 90%. Aún en concentraciones de 15 ppm, comunes en áreas de alto tránsito de vehículos, sus efectos son notorios, especialmente en personas con afecciones nerviosas, cardiovasculares o pulmonares.
EN CONCLUSIÓN

La contaminación con CO y sus efectos sobre la salud son especialmente peligrosos en zonas con alta concentración de tráfico vehicular y con industrias siderúrgicas y similares. La exposición permanente produce anemia y falta de oxígeno en las células y tejidos.

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